Semillas de Paz

Politica

EL SECUESTRO: UNA LENTA AGONIA
“Los crímenes más claros de lesa humanidad son el que da la muerte y el que arrebata la libertad. Mas inhumano aun el segundo, que enjaula la esperanza.”
El capitán de la policía Julián Ernesto Guevara Castro fue secuestrado de la guerrilla de las Farc el 1 de noviembre de 1998, durante un ataque a Mitú, la capital del departamento del Vaupés. Ese día las Farc irrumpieron en la población y dirigieron el ataque desde el hospital, en flagrante violación a las normas del derecho Internacional Humanitario. Hace algunas semanas falleció en plena selva, gracias al descuido y las precarias condiciones en que estaba cautivo.
La última vez que la señora madre Emperatriz de Guevara tuvo noticias de su hijo el capitán, fue hace tres años en cuando  media hoja de cuaderno la saludo a ella, a su hija y a su esposa. “siete años de sufrimiento son suficientes para saber que ningún hombre en cautiverio puede estar bien de salud “, afirmo doña Emperatriz. La noticia de muerte de este servidor público, se produjo el mismo día en que su hija cumplió 14 años.
Las Farc se han hecho especialistas en este tipo de sucesos, cuando no es una enfermedad de la que ocasiona la perdida de una vida en cautiverio, son el maltrato y la presión quienes dan cuenta de ella.
El secuestro es un arma de guerra erigida en contra de la sociedad colombiana. Este horrendo método de intimidación, es la expresión del resentimiento que anima a los grupos insurgentes, por tratarse de una búsqueda de reconocimiento negativo, ante los grupos las víctimas de la violencia, con el objeto de doblegarlos, atentando contra la dignidad del cuerpo. Es en definitiva, una venganza en contra de aquellos profesan otros valores.
El rehén es un ser humillado en los mas intimo de su dignidad, porque su cuerpo es convertido en mercancía de canje, su dimensión humana es obliterada al ser convertido en objeto inerte, pasivo, desprovisto de iniciativa. Sufre por las condiciones a que es  sometido, sufre, porque sabe que los suyos sufren. Sufre la temporalidad insoportable de los días que pasan sin la esperanza de un desenlace, que en el caso del Capitán  JULIAN GUEVARA, fue fatal.
La  posición de rehén particularmente en Colombia es una de las más dramáticas en cuanto a derechos humanos se refiere. Entre los miles de secuestrados en el mundo, las condiciones a que están sometidos los rehenes colombianos es la más vejada. Separados de la familia, sin derecho a visitar ni recibir noticias de sus seres queridos, viven en condiciones infrahumanas, sujetos a enfermedades, sin cuidado médico, sin otra ley que la irracionalidad de sus captores.
La extraña “sociedad” de rehenes que han conformado los grupos terroristas en Colombia, prefiere la sociedad que ellos pretenden crear: aquella que existe en todos los regímenes totalitarios en donde el grueso de la población es convertida en rehén del poder.
Sin embargo, mientras se escriben líneas, y se aducen todo tipo de excusas para postergar la liberación de militares, policías y civiles secuestrados, cientos de Colombianos permanecen sumidos en la soledad y tristeza propia del cautiverio, algo que se percibe claramente en los escasos mensajes que envían ocasionalmente a los suyos, en los que se evidencian la humedad y la soledad con que fueron tejidos.

Las FARC “La Industria Del Secuestro”
El 23 de septiembre de 2010, fecha en la cual llegamos a la guarida de las FARC y les dimos un duro golpe, tal vez el más fuerte de la historia de Colombia.  Con una algarabía inusual, el gobierno colombiano anuncio unas de las noticias más esperadas por el estado colombiano: la caída de Jorge Briseño Suarez, más conocido como Mono Jojoy. “Fue un día de gloria y de júbilo”
Jojoy era hasta la fecha un hombre emblemático de un largo conflicto armado: se trata del responsable de la desgastada e impopular estrategia militar de la guerrilla. Cuando Álvaro Uribe subió al poder en el 2002; Sus días terminaron tras una operación conjunta del ejército colombiano, GRAN IMPACTO… pero no es suficiente ya que nunca ha habido una guerra buena ni una paz mala.
El único modo de ganar una guerra es evitarla. (George.E.Marshall).
Las FARC el Gobierno colombiano “llaman victoria a millares de homicidios… Que IRONIA…
Por: Jonathan Jiménez
10-05


Nuestras dudas son traidoras y a menudo nos hacen perder las cosas buenas que pudiéramos conseguir

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis